Por cada huevo, tres cucharadas de azúcar, tres cucharas de aceite, tres cucharadas de harina, tres cucharadas de zumo de naranja. Ralladura de naranja. He hecho seis huevos y para esa cantidad se le añade un sobre de levadura Royal.
Después de haberlos hecho, he comprobado que falta harina porque con esa mezcla queda una masa imposible de manejar, así que he ido echando harina y amasando hasta obtener una masa blandita pero manejable. Hay que tener cuidado y no echar harina de más, de lo contrario salen duros.
Se fríe el aceite con la cáscara de media naranja y se deja enfriar.Se baten los huevos con el azúcar, el zumo de naranja y la ralladura de ésta.Añadimos el aceite y volvemos a batir y vamos echando la harina con la levadura tamizada.Se hacen unas bolitas y se abre un agujero en el centro, la piedra y las manos enharinadas porque la masa es pegajosa (si no es pegajosa saldrán duros).Freímos en aceite caliente pero vigilando que no se caliente demasiado porque se quemarían y quedarían crudos por dentro, hay que ir subiendo y bajando el fuego, son algo coñacillos pero están deliciosos.
Por último hacemos un almíbar con: 100 ml de agua, 300g. de azúcar, el zumo de media naranja y un chorrito o chorrazo de ron, según gustos.Pasamos los roscos por el almíbar y luego por azúcar. ¡Hale, a pecar, que es semana santa!
Han salido dos fuentes como ésta.
Después de haberlos hecho, he comprobado que falta harina porque con esa mezcla queda una masa imposible de manejar, así que he ido echando harina y amasando hasta obtener una masa blandita pero manejable. Hay que tener cuidado y no echar harina de más, de lo contrario salen duros.
Se fríe el aceite con la cáscara de media naranja y se deja enfriar.Se baten los huevos con el azúcar, el zumo de naranja y la ralladura de ésta.Añadimos el aceite y volvemos a batir y vamos echando la harina con la levadura tamizada.Se hacen unas bolitas y se abre un agujero en el centro, la piedra y las manos enharinadas porque la masa es pegajosa (si no es pegajosa saldrán duros).Freímos en aceite caliente pero vigilando que no se caliente demasiado porque se quemarían y quedarían crudos por dentro, hay que ir subiendo y bajando el fuego, son algo coñacillos pero están deliciosos.
Por último hacemos un almíbar con: 100 ml de agua, 300g. de azúcar, el zumo de media naranja y un chorrito o chorrazo de ron, según gustos.Pasamos los roscos por el almíbar y luego por azúcar. ¡Hale, a pecar, que es semana santa!
Han salido dos fuentes como ésta.
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