martes, 6 de abril de 2010


RISOTTO DE ALCACHOFAS DE JAMIE OLIVER PASO A PASO
Esta receta es un risotto bianco básico, pero con láminas de alcachofa añadidas, que le dan un sabor delicioso.


Ingredientes (6 personas):
1,1 litros de caldo (de pollo o de verduras)6 alcachofas pequeñas1 cebolla grande pelada y muy picada2 dientes de ajo pelados y muy picados1/2 cabeza de apio pelado y muy picado400 gr de arroz para risotto (arborio)2 copas de vermú blanco seco o vino blanco secoLa ralladura y el zumo de 1 limónSalPimienta negra recién molidaUn puñadito de hojas de menta frescaAceite de olivaUn trozo de mantequilla para el sofrito70 gr de mantequilla para el final115 gr de queso parmesano recién rallado

Preparación:
Pela las alcachofas hasta llegar a las hojas claras, luego córtalas por la mitad y elimina las barbas con una cucharilla. Pon las alcachofas en remojo con agua y la mitad del zumo de limón, y cúbrelas con una tapa pesada o con un plato resistente al calor para mantenerlas sumergidas y evitar que se decoloren. Ponlas a cocer.

Calienta el caldo. En otra cazuela, echa el aceite de oliva y la mantequilla, añade la cebolla, el ajo y el apio y saltéalos lentamente unos 15 minutos sin dejar que se doren, y obtendrás un sofrito.

Cuando las verduras se hayan ablandado, añade el arroz y sube el fuego.

El arroz se freirá, así que no dejes de removerlo. Al cabo de un minuto, quedará ligeramente translúcido.

Añade el vermú o el vino y sigue removiendo; emitirá un olor estupendo. Los sabores agresivos del alcohol se evaporarán y el arroz conservará una esencia muy sabrosa.

Una vez se haya reducido el vermú o el vino, añade el primer cucharón de caldo caliente y un buen pellizco de sal. Baja el fuego al mínimo para que el arroz no se cueza demasiado rápido por fuera. No te olvides de comprobar el punto de sal y pimienta.

Deja parte de las alcachofas cocidas para la decoración. Corta las mitades de alcachofa restantes en láminas e incorpóralas al risotto.

Sigue añadiendo cucharones de caldo y removiendo el arroz para que extraiga el almidón, procurando que absorba cada cazo de caldo antes de echar el siguiente. Tardará unos 15 minutos. Pruébalo para ver si está cocido. Si no, sigue añadiendo caldo hasta que el arroz quede blando pero no pastoso. Si se termina el caldo antes de que el arroz acabe de cocerse, añade un poco de agua hirviendo.

Apártalo del fuego y añade la mantequilla, el parmesano y el resto del zumo de limón. Corrige de sal y pimienta. Remueve bien. Tapa la cazuela y deja reposar dos minutos. Esa es la operación más importante para hacer un risotto perfecto, y es cuando acaba de quedar cremoso y jugoso. Cómetelo lo antes posible, para que conserve su estupenda textura.

Retira las alcachofas cocidas del caldo y alíñalas con la mayor parte de la ralladura de limón, las hojas de menta y un chorro de aceite de oliva. Reparte el risotto en seis platos y coloca las alcachofas aliñadas por encima. Echa el resto de aliño del cuenco por encima y sirve el risotto decorado con más parmesano rallado y el resto de la ralladura de limón.

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