Pastel de queso
“Philadelphia light” y cuajada
Ingredientes1 l de nata líquida light (baja en materia grasa)2 tarrinas de queso cremosos tipo Philadelphia light (300 g)250 ml de leche semi desnatada2 sobres de cuajada (12 g x 2)6 cucharadas de azúcarcaramelo líquido para el moldegalletas tipo maria (las que se necesiten según el molde)
Preparación del pastel:Ponemos a calentar a fuego lento en una cazuela la nata líquida y el queso, removiendo de vez en cuando para que no se pegue y el queso se vaya deshaciendo poco a poco. En paralelo templamos la leche y diluimos en ella los sobres de cuajada procurando que no queden grumos, si es necesario le damos un toque de batidora para que no haya ninguno. Una vez lo tengamos bien diluido lo añadimos a la cazuela en la que tenemos la nata y la leche, subimos un poco el fuego y seguimos removiendo hasta que comience a hervir, momento en el que retiraremos la mezcla del fuego y añadiremos el azúcar. Batimos todo muy bien con la batidora hasta que nos quede un líquido tipo crema, como una bechamel suave. Por último vertemos la mezcla anterior en un molde que previamente habremos untado con caramelo líquido y la cubrimos con galletas, de manera que cuando vayamos a desmoldar éstas queden como base de la tarta. Tened en cuenta que dependiendo del tamaño del recipiente el postre nos saldrá más delgadito o más grueso, eso a vuestro gusto. Lo metemos al frigorífico y listo para comer al día siguiente. Desmoldad con cuidado en una fuente grande, su aspecto es similar al flan de queso pero para mí su sabor es más suave y cremoso. Espero que os guste y ya contaréis si lo preparáis.
Ingredientes1 l de nata líquida light (baja en materia grasa)2 tarrinas de queso cremosos tipo Philadelphia light (300 g)250 ml de leche semi desnatada2 sobres de cuajada (12 g x 2)6 cucharadas de azúcarcaramelo líquido para el moldegalletas tipo maria (las que se necesiten según el molde)
Preparación del pastel:Ponemos a calentar a fuego lento en una cazuela la nata líquida y el queso, removiendo de vez en cuando para que no se pegue y el queso se vaya deshaciendo poco a poco. En paralelo templamos la leche y diluimos en ella los sobres de cuajada procurando que no queden grumos, si es necesario le damos un toque de batidora para que no haya ninguno. Una vez lo tengamos bien diluido lo añadimos a la cazuela en la que tenemos la nata y la leche, subimos un poco el fuego y seguimos removiendo hasta que comience a hervir, momento en el que retiraremos la mezcla del fuego y añadiremos el azúcar. Batimos todo muy bien con la batidora hasta que nos quede un líquido tipo crema, como una bechamel suave. Por último vertemos la mezcla anterior en un molde que previamente habremos untado con caramelo líquido y la cubrimos con galletas, de manera que cuando vayamos a desmoldar éstas queden como base de la tarta. Tened en cuenta que dependiendo del tamaño del recipiente el postre nos saldrá más delgadito o más grueso, eso a vuestro gusto. Lo metemos al frigorífico y listo para comer al día siguiente. Desmoldad con cuidado en una fuente grande, su aspecto es similar al flan de queso pero para mí su sabor es más suave y cremoso. Espero que os guste y ya contaréis si lo preparáis.
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